Mayo 13, 2019
Un país de tal riqueza cultural como la de México es digno de admiración, ya que ha logrado sobresalir en los distintos ámbitos que esta engloba. Desde bailes y vestuarios regionales hasta experiencias gastronómicas sin igual. A pesar de ello, existe un elemento que es prácticamente imposible pasar por alto: el trabajo artesanal. Piezas únicas e irrepetibles elaboradas por la mano de talentosos artistas que mezclan su creatividad con la tradición. Sin duda alguna, una de las artesanías más reconocidas del país es la talavera mexicana. Si es la primera vez que escuchas la palabra, continúa leyendo y conocerás los secretos de esta singular belleza artesanal.
A pesar de que a cualquier mexicano le encantaría atribuirse tan ingeniosa idea, hay que recordar que la cultura mexicana se basa en el mestizaje. Por esta razón, la técnica de la talavera llegó a México como regalo de los españoles durante la Época de la Colonia. Existe la leyenda de que el conocimiento fue pasado por los monjes que llegaron al Nuevo Continente, cuando estos se vieron en la necesidad de decorar sus nuevos conventos. Debido a la alta demanda de producción, se les enseñó a los indígenas a trabajar la cerámica vidriada hasta convertirse en expertos. Por ello es que hoy en día podemos ver asombrosos trabajos de talavera en distintos sitios de Latinoamérica, entre los más populares están incluidos Guatemala, Venezuela y Cuba. A pesar de ello, México continúa siendo el máximo exponente de esta técnica y razón por la que el término “talavera” es más popular en México que de donde proviene: Talavera de la Reina, España.
Los trabajos de talavera son fáciles de reconocer a simple vista, por elementos que la hacen especial, como su producción natural gracias al uso de barros naturales, intentando evitar cualquier tratamiento químico. Pero, sin duda alguna, uno de los elementos que más la distingue es el color, todos generados a partir de pigmentos naturales. Originalmente se trabajaba solo con blanco y azul, pero hoy en día podemos encontrar una gama ligeramente más amplia; los colores que se utilizan con mayor frecuencia son: azul, amarillo, negro, verde, naranja y el violeta pálido. Además, los diseños que hacen a la talavera tan bella, es la elaboración hecha a mano por auténticos virtuosos del arte.
Más allá de ser un lindo souvenir, el origen de su producción va por un camino mucho más práctico. La talavera era principalmente para la elaboración de utensilios de uso común, sobre todo en la cocina, por ello es que abundan piezas como platos, jarrones, floreros, lavamanos y artículos religiosos. Además, también se usa frecuentemente como decoración de piso y paredes en forma de azulejos. Hoy en día muchas piezas destacan más por su creatividad que por su utilidad. De este modo se coloca un importante énfasis en los diseños. Esto permite un amplio campo de trabajo para artistas plásticos, diseñadores o grabadores.
Se mencionó con anterioridad que su llegada a México proviene de la influencia española, sin embargo, este tipo de trabajo artesanal trae consigo un pasado mayor. Se piensa que tiene un trasfondo de inspiración que proviene de las antiguas tradiciones chinas, que con el paso del tiempo y su traslado a distintas partes de Asia y Europa, terminó por ser el resultado de varias influencias. En la actualidad, México se ha apropiado de esta herencia, impregnándola en su propia cultura, podría incluso decirse que es uno de los sellos que distingue a la artesanía mexicana, sobre todo en el estado de Puebla, el cual es coloquialmente denominado como “la casa de la talavera”.
Con los años y debido a su popularidad, la producción de imitaciones ha ido en incremento. Por ello, las fábricas que trabajan la talavera auténtica se someten a pruebas de calidad cada dos años. Solo aquellas que pasen los estándares establecidos podrán llevar el nombre. Esto se determina con la firma del alfarero, el logotipo del taller y el holograma de certificación oficial que le da autenticidad a la pieza. Es importante saber que al adquirir alguna pieza, su valor elevado debe ser equiparable a su perfección, en lugar de una imitación.
Las artesanías que podemos encontrar en México son únicas en su clase. Cada pieza cuenta una historia que dependerá de ti conocer. Esta tarea la podrás hacer con facilidad en el Museo de Xcaret. Aprovecha la oportunidad de ser testigo de su belleza peculiar, incluyendo la talavera. Observa sus distintas formas, sus lindos colores y sus interesantes diseños. Conoce a través de una sola pieza, el pasado que este trabajo artesanal resguarda. No te arrepentirás.
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