Cuando la conservación se convierte en acción: 20 millones de tortugas reinsertadas al mar

A la entrada, lo primero que nos recibió fue una exposición fotográfica de Erick Ruiz. Las imágenes, colocadas como un preámbulo silencioso, reflejaban el trabajo diario de las y los tortugueros: noches largas, patrullajes constantes y ese momento único en el que una tortuga marina sube a la playa para desovar. Desde ahí, el mensaje era claro: esta no era solo una conferencia. Era la celebración de un esfuerzo colectivo que ha dejado huella en el mar.

20 millones de tortugas: el motivo del encuentro

El motivo del encuentro fue contundente y, al mismo tiempo, profundamente emotivo: la celebración de 20 millones de tortugas reinsertadas a la vida marina. Un número que impresiona, pero que cobra verdadero sentido cuando se entiende todo lo que hay detrás.

Durante la jornada, se compartieron reflexiones clave sobre la importancia de la tortuga marina y el papel fundamental que juega en el equilibrio de los océanos. Se habló también de un escenario que nadie quiere imaginar: qué pasaría si estas especies desaparecieran y cómo su pérdida impactaría de manera directa a los ecosistemas marinos.

Parte importante del diálogo giró en torno al trabajo de sensibilización que se realiza para que más personas sientan el impulso de formar parte de este proyecto. Crear empatía, informar y sumar voluntades se vuelve una pieza clave para que estos programas sigan vivos.

Sensibilizar para conservar: sumar a más personas a la causa

También se compartió el alcance territorial del proyecto, que opera en distintos municipios del estado de Quintana Roo, demostrando que la conservación no ocurre en un solo punto, sino que requiere coordinación, constancia y presencia en campo. En este contexto, se recalcó que iniciativas como esta necesitan del apoyo de la sociedad. Contribuir al programa de conservación de la tortuga marina no solo es un acto de responsabilidad ambiental, sino una forma de asegurar que este esfuerzo tenga continuidad y futuro.

A lo largo de las intervenciones, hubo frases que se quedaron resonando. Leo recordó la importancia de cumplir objetivos y seguir luchando incluso cuando el camino se vuelve complejo. Rodolfo, por su parte, lo dijo con total claridad: “somos los únicos que podemos mejorar su calidad de vida”. Mensajes breves, pero poderosos, que resumen el espíritu de todo el proyecto.

La conservación como esfuerzo colectivo

El evento fue coordinado por Flora, Fauna y Cultura de México, A.C., organización que anunció uno de sus programas con impacto directo en la comunidad y en toda la zona del Caribe mexicano. Durante el acto, se agradeció a las múltiples asociaciones, instituciones y organismos que forman parte de este esfuerzo conjunto, entre ellos el Santuario de la Tortuga Marina de Xcacel Xcacelito , Fundación Eco Bahía, Amigos de Sian Ka’an , la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, la Secretaría de Marina, autoridades municipales y estatales, así como hoteles aliados y organismos ambientales.

La bienvenida estuvo a cargo de Emma Dietz , directora de Operaciones de Xel-Há , quien destacó el orgullo de ser parte de un proyecto que hoy celebra resultados tangibles, pero sobre todo una historia de compromiso. Posteriormente, Lupita Quintana, directora general de Flora, Fauna y Cultura de México, A.C., compartió el recorrido de este programa que inició formalmente en 1996, pasó por distintas etapas y hoy suma 30 años de operación ininterrumpida.

Durante su mensaje, recordó que el programa ha evolucionado hasta convertirse en un referente nacional e internacional, con acciones que van desde la protección de playas, tortugas hembra , nidadas y crías, hasta la investigación científica, la educación ambiental y la capacitación técnica. También hizo un reconocimiento especial a las y los tortugueros , mujeres y hombres que dedican meses enteros a patrullar playas, cuidar nidos y acompañar el nacimiento de nuevas crías. Gracias a su trabajo, y al de quienes transforman los registros en ciencia, hoy se entiende mejor a estas especies milenarias.

Mirar al futuro: vamos por los siguientes 20 millones

Celebrar 20 millones de crías no significa que la tarea esté cumplida. Las tortugas marinas siguen en peligro de extinción y los retos continúan. Este encuentro sirvió no solo para mirar lo logrado, sino para renovar el compromiso colectivo de seguir protegiéndolas. Porque el futuro de los próximos 20 millones dependerá, literalmente, de todas y todos.

La jornada cerró con una idea clara y compartida: la conservación es un esfuerzo constante, y cada acción cuenta. Vamos por los siguientes 20 millones.

—Fotografías de tortugas por Erick Ruiz.