Costumbres familiares que perduran

#EsMomentoDe celebrar

Los mexicanos somos como el mole, una peculiar mezcla de lo mejor de dos mundos. En Navidad y Año Nuevo, esto es palpable en las tradiciones traídas de occidente pero modificadas a tal punto que se han vuelto parte de nuestra cultura. Así como el postre árabe endulzado con miel que pasó por España para adoptar la canela pero  se consolidó en México como buñuelo,  justo así, son nuestras tradiciones decembrinas.

Quizá la más famosa de estas tradiciones son las posadas que, curiosamente, no nacieron durante la Conquista de México , sólo fueron modificadas  durante ese periodo por los evangelizadores. Nuestros antepasados ya celebraban al Dios de la Guerra Huitzilopochtli entre el 17 y el 26 de Diciembre,  mes al que llamaban Panquetzaliztli o época invernal. Los monjes agustinos adaptaron el periodo de estas festividades para celebrarlas del 1 al 24 de diciembre y las enfocaron en las figuras de María y José.

Fue así también como surgieron otras costumbres propias  de esta temporada como el “pedir posada”, donde los anfitriones de la fiesta representan a  los hosteleros y los invitados a María y José. Esta costumbre consiste en que todos cantan una letanía donde al final triunfa la compasión de los hosteleros y la pareja errante por fin puede descansar previo al nacimiento del Niño Dios. Este hecho se representa al abrir la puerta cantando “Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón. Y aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón”.

El nacimiento o “belén” es otro elemento importante de las posadas.  Se utiliza para representar el nacimiento del Niño Dios en el pesebre. Se cree que el primer belén fue puesto por San Francisco de Asís. Este fue representado por personas  en un pesebre de tamaño real hecho por los clérigos, donde incluso se contó con un buey, una vaca y un bebé.

Hoy en día la creación de artesanías para belenes es una industria establecida en México, principalmente en estados como Michoacán, Guerrero, Jalisco y el Estado de México. Aunque su composición puede ser tan sencilla o compleja como se quiera, existen algunos detalles que hacen únicos a nuestros “nacimientos.” Por ejemplo, por tradición se requiere sólo poner a María, José y el Niño Dios en el pesebre con el buey y la vaca, pero gracias al ingenio de los artesanos es posible agregar a personajes como el Arcángel Gabriel, el Diablo, los Reyes Magos y  el Rey Herodes con sus soldados.En México podemos observar algunas figuras peculiares como tortilleras, tamaleros, pastores e incluso flora y fauna propia de nuestro país como nopales, jaguares y hasta ajolotes.

Dentro del belén, las figuras que tienen “reglas específicas” son el Niño Dios y los Reyes Magos. En el caso del Niño Jesús, se le coloca en el belén hasta  el día 24 de Diciembre, después de arrullarle. En cuanto a  los Reyes Magos, se acostumbra que cada día se les vaya acercando poco a poco hasta llegar al pesebre.

Arrullar al niño Jesús es otra de las tradiciones mexicanas originadas de las posadas.  En la medianoche del 24 de Diciembre, antes de colocar al niño en el pesebre, se le arrulla con la canción “A la rorro niño” que usualmente vienen en el mismo libro de letanías para “pedir posada.” En algunas regiones de México, se ponen dulces alrededor de la figura y cada participante debe besarla para después tomar un dulce como colación.

Cada año se acostumbra que los anfitriones de la posada elijan a los padrinos del niño. Estos serán los que arrullen al niño (en un rebozo, canasta o charola) y lo recuesten en el pesebre. El día 2 de febrero los padrinos deberán recoger la figura del Niño Dios y llevarlo a misa, para luego invitar  a los anfitriones y asistentes a la posada anterior  a comer tamales y atole.

¿Conocías estas tradiciones? ¿Cómo celebras las posadas? ¡Mantengamos vivas nuestras tradiciones!